Reflexiones de mi participación en la I #Eduhorchata

Hacía tiempo que no participaba en un evento educativo, y menos uno de jornadas intensas con miembros de la Comunidad Educativa. Las razones varias pero principalmente en mi deriva hacia evento relacionados con el Software Libre. Así que ahí van las reflexiones de mi participación en la I #Eduhorchata que quizás no sirvan para nadie más que a mí, pero que me apetecía compartir.

Reflexiones de mi participación en la I #Eduhorchata

Reflexiones de mi participación en la I #EduhorchataComo es una constante en mi vida, cosa que quiero cambiar, de la doble jornada de las I Jornadas Educativas Activas (mejor conocidas com #Eduhorchata) solo podía asistir por cuestiones de tiempo a media: la vespertina del sábado.

Así que tras comer me dispuse a subirme al coche y recorrer los 40 km que separan mi domicilio del Puerto de Sagunto, lugar de celebración el evento. Un camino muy conocido por mi ya que lo recorro todos los días.

Con la idea de llegar pronto para poder acomodarme y probar el equipo en la sala llego con más de media hora de antelación al inicio de mi taller. No obstante, hasta la llegada de la bedel no pudimos entrar, lo cual me dejó un poco contrariado.

Poco más tarde, aparece el gran Jordi Martí, el principal pero no único organizador del evento. Viene de comer y por la expresión de cansancio se nota que sus últimos días no han sido lo plácidos que podrían ser. No obstante, nos unimos en un abrazo (por fin nos conocemos en la vida real) y realiza las presentaciones pertinentes con el resto de sus compañeros.

Mi primera impresión es que estoy ante una persona que conozco desde hace tiempo, lo cual me llena de confianza. También se le nota muy agotado y su presencia es reclamada por muchos talleristas y asistentes al evento, la mayoría profesores y maestros que vienen de parte del CEFIRE (o al menos así lo entiendo yo).

Así que entro en el Teatro de Begoña, lugar del evento, y me dirijo a la sala 6, donde tendrá lugar mi taller, que es el número 3. Dispongo de 30 minutos para explicar las 23 aplicaciones KDE para el primer grupo de asistentes, y luego otros 30 para el segundo grupo.

Además de mi taller, otros 7 talleres siguen el mismo esquema. Es evidente, que esto hace que la dispersión de los asistentes sea máxima. Un error que la organización ha apuntado.

De esta forma, empiezo mis talleres para los pequeños grupos que me tocan, los cuales son sorprendentemente satisfactorios y efectivos, ya que al ser pocos profesores asistentes me pude centrar en las aplicaciones que más les interesaban, dedicando un tiempo de demostración para las mismas.

De esta forma las aplicaciones que más destacan son, entre otras, GCompris, Step, Kalzium, KAlgebra , KGeography, Pairs y Marble. Maravillas del equipo KDE edu.

Sprint de KDE Edu en A Coruña

Me doy cuenta una vez más del gran desconocimiento que tiene el profesorado en general de los aplicaciones libre que tienen a su disposición, además me toca lidiar con los grandes mitos que persiguen al Proyecto KDE, principalmente el de su alto consumo de RAM.

Al finalizar los mismos constato que los asistentes salen también muy satisfechos de lo que han aprendido en poco más de media hora, así me lo hacen saber cuando me los encuentro tanto en el Teatro como en la cena.

Tras el taller, llega el turno de la horchata y el nutrido grupo de asistentes se reúnen en un patio para degustar esa bebida única para muchos (entre los que no me encuentro). No obstante, un par de fartons si caen.

Llega el turno de las ponencias, solo dos, pero intensas. La primera, Innovación educativa y otras mentiras a cargo de Noelia Alcaraz y Manuel F.Navas que destaca por su espíritu crítico y la defensa de la Pedagogía más científica. El turno de palabra también es intenso.

La segunda parte consiste en el Debate «Hacia una mejora educativa. Fem un pacte?» donde un par de docentes, una inspectora y una alumna analizan el estado actual de la educación. Una vez más, el turno de preguntas es apasionante.

Tras este debate, se clausuran las jornadas y se emplaza a la gente a asistir a la cena comunitaria en un bar cercano. Un gran momento donde comparto mesa con desconocidos pero cuya conversación es altamente instructiva. Es sorprendente la gran sinceridad que destilan la mayoría de los participantes.

En definitiva, una buena experiencia de la que me llevo varias conclusiones que debo madurar y que espero que servirán para mejorar la promoción del Software Libre en general y del Proyecto KDE en particular.

Y mis últimas palabras son de agradecimiento a todas las personas que han hecho posible el éxito de las Jornadas. Ojalá se vuelva a repetir una experiencia como ésta.

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