Yo he donado a KDE, y tú ¿ya lo has hecho?

El Software Libre me ha dado mucho y, porqué no decirlo, yo también he colaborado con mi trabajo en el blog y en la asociación KDE España. No obstante, hoy me enorgullece afirmar que yo he donado a KDE y creo que tú, amigo lector, ya tardas en hacerlo y colaborar en el crecimiento de este ecosistema entornos de trabajo y aplicaciones que ofrece la Comunidad KDE.

Yo he donado a KDE, y tú ¿ya lo has hecho?

Hace tiempo se me planteó un dilema que estaba basado en aquellas cosas que nos enseñan de pequeño y que crees que son axiomas aplicables a todos los aspectos de la vida: si haces una donación que no se entere nadie para que no sea un alarde. Así lo he hecho a lo largo de mi vida pero creo que tras varios años en el mundo del Software Libre creo que es hora de romper esa tradición, al menos respecto a proyectos comunitarios como KDE.

De esta forma he de decir que he donado a KDE en su campaña de recaudación de fondos 2022 con una pequeña aportación para todo lo que me proporciona esta Comunidad.

Yo he donado a KDE, ¿y tú ya lo has hecho?

Y debo decir que no es al único proyecto que he donado. Tradicionalmente he sido donante anual a la Wikipedia y puntual de otros proyectos importantes como Archive.org, Gimp, Inkscape u OpenClipart, por citar aquellos que recuerdo. Proyectos todos ellos que me han dado mucho más que los euros que yo he invertido en su mantenimiento.

Como decía al principio siempre lo he mantenido en silencio pero reflexionando un poco creo que mostrar al mundo que me enorgullece colaborar de forma económica a que estos proyectos sigan adelante es una forma de decirle a todos sus usuarios que cualquier aporte es necesario, bienvenido y que, además, ebería ser anunciado a modo de ejemplo para mostrar al mundo que es algo justo y necesario.

Puedes estar seguro que tu aportación, por pequeña o grande que sea, no solo ayuda al Software Libre sino que siempre será menor a lo que realmente aporta un proyecto que te ofrece un servicio de calidad, respetuoso de tu privacidad, nada intrusivo y que mira por el bien colectivo. ¿O no creéis que todo el Software Libre que usamos no tiene el valor de una entrada de cine, un café, una cerveza o un cubata?

Es más, si lo analizáis el software privado es muy caro: o te cuesta dinero o te cuesta privacidad o, en el peor de los casos, las dos cosas. Y, además, es un lastre en el desarrollo tecnológico de la humanidad ya que sus ideas no son compartidas, debiéndo inventar la rueda o descubriendo las leyes de la física una y otroa vez, fomentando la desigualdad en nuestra sociedad.

De esta forma, os animo a participar en su campaña de recaudación de fondos 2022 de la Comunidad KDE. Recuerda que tu dinero sirve para que se desarrolle software libre y de calidad para todos y todas, tanto para los que pueden aportar como para los que no.

3 comentarios en “Yo he donado a KDE, y tú ¿ya lo has hecho?”

  1. Pues no. De hecho he dejado de donar harta de que mis peticiones de funcionalidad y mis informes de bugs lleven casi 10 años siendo ignoradas. Lo siento, pero no pago para que se gasten mi dinero en gilip*lleces.

    Nunca he informado de fallos banales sino de fallos que afectan seriamente a cuestiones como la usabilidad y la eficiencia en el flujo de trabajo (¡ni que fuese la única que usa KDE para trabajar!), ni tampoco he pedido, o he apoyado una request, nunca que se añadan funciones inutiles que no sirven para nada o no aportan nada nuevo (¿por qué se creó Elisa teniendo Strawberry, que le da mil vueltas en calidad y solo necesita una reforma para actualizar su obsoleta interfaz, y Juk, si no por el capricho de algunos desarrolladores que tenían ganas de reinventar la rueda?); al contrario, varias de mis sugerencias han sido alabadas por algún que otro conocido desarrolador de KDE, pero ahí han quedado, en el cajón de las buenas intenciones que nunca se van a cumplir.

    Así que no, no pienso donar, y recomiendo que nadie lo haga, no para fastidiar al proyecto, sino como «reivindicación», como si fuese una «manifestación» de nuestro descontento. Seguro que si la mitad de los que donábamos regularmente todos los años dejásemos de hacerlo, y por supuesto dijéramos por qué lo hacemos en los foros, blogs, listas de correo (esa es otra… a quién narices se le ha ocurrido que en 2023 sigue siendo una buena idea que los usuarios tengamos que registrarnos en tediosas listas de correo. Que estamos en los 90 otra vez o qué?). Bueno, pues como decía, si un numero grande de donantes dejáramos de donar, seguro que los desarrolladores dejarían de mirarse tanto el ombligo y mirarían un poco más hacia los usuarios, que son los que dan sentido a KDE porque nadie se pone a desarrollar un entorno de escritorio para usarlo el y 4 gatos más.

    Agur.

  2. Hola Arantxa:
    Lamento leer tu comentario, lamento que no te hagan caso y, clar está, no quiero levantar ningún flame.
    No soy desarrollador y, por tanto, ni arreglo bugs ni creo aplicaciones, pero entiendo un poco el funcionamiento algo personal (y a veces extraño) de un proyecto de Software Libre donde la mayoría de los desarrolladores trabajan por simple hobbie y que, por tanto, invierten su tiempo en lo creen más conveniente o, simplemente, lo que más les gusta, sin que la junta directiva de KDE pueda dictar a pies juntillas qué se debe hacer.
    Eso si, no creo que no donar solucione eso ya que con más dinero se pueden solucionar más errores que con menos.
    En fin, es tu opinión, la respeto y celebro que la hayas podido expresar con tanta claridad.
    Saludos

  3. El mensaje de Arantxa es lo más arrogante, egoísta y mezquino que he leído en mucho tiempo. Y eso que tengo que moderar r/linux. Vamos, que yo escribo eso y, en cuanto se me pasa la locura transitoria, corro a que lo quiten, rojo de vergüenza.

    Porque, sí, eso: vamos a a llamar a que todos/as a que boicoteen, ahoguen y probablemente obliguen a cerrar a una ONG con fines caritativos y que vive de donativos, que produce software libre con el fin de devolver el control sobre la tecnología digital a literalmente millones de personas a lo largo y ancho del mundo, incluyendo a varios millones de niños sin casi medios en sus coles en países oprimidos, porque a mi no me gusta el reproductor de MP3s.

    Olé. Nivel.

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